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En un mundo cada vez más digitalizado y conectado, la seguridad y la autenticación han llegado a ser temas de máxima prioridad. Desde desbloquear tu smartphone hasta acceder a instalaciones de alta seguridad, los métodos tradicionales como las contraseñas y las tarjetas de identificación están dando paso a soluciones más robustas y personales.
Aquí es donde los datos biométricos se convierten en protagonistas. Pero, ¿qué son exactamente los datos biométricos? ¿Por qué se están convirtiendo en una herramienta esencial en múltiples ámbitos, desde la seguridad hasta la atención sanitaria?
¿Qué son los datos biométricos y cuál es su significado?
La palabra «biométrico» proviene de las raíces griegas «bio», que significa vida, y «metría», que se refiere a la medida. Por lo tanto, biométrico implica la medición y el análisis estadístico de características biológicas y comportamentales.
En su esencia, los datos biométricos son conjuntos de información que se generan a partir de características únicas y medibles del cuerpo humano o de su comportamiento. Estos datos son cuantificables y se recogen a través de tecnologías especializadas para su posterior análisis y uso.
Las características únicas que se miden pueden ir desde huellas dactilares hasta patrones de voz, y cada una de estas métricas ofrece un nivel diferente de precisión y seguridad.
El principal aspecto de los datos biométricos es su singularidad: cada persona tiene características biométricas que son intrínsecamente diferentes a las de cualquier otro individuo, lo que los convierte en una herramienta poderosa para la identificación y la autenticación.
Las huellas dactilares se han utilizado para este propósito desde finales del siglo XIX. En las últimas décadas, hemos visto el surgimiento de tecnologías como el reconocimiento facial y el escaneo de la retina, que se están implementando cada vez más en diversas aplicaciones, desde dispositivos móviles hasta sistemas de seguridad nacional.
En el siglo XXI, la revolución de los datos y el auge de la inteligencia artificial han propiciado un desarrollo sin precedentes en el campo de la biométrica. Esto ha llevado a la creación de algoritmos cada vez más precisos y sistemas de almacenamiento de datos más seguros, ampliando así los horizontes para la implementación práctica de estos sistemas.
Para qué se usan los datos biométricos
Los datos biométricos se utilizan principalmente para la identificación y autenticación de individuos en una amplia variedad de contextos. En el ámbito de la seguridad, se emplean en sistemas de acceso a edificios, autenticación de usuarios en dispositivos electrónicos y control de fronteras. En el ámbito médico, se usan para el seguimiento de la salud de los pacientes y la administración de tratamientos personalizados.
Los datos biométricos también están ganando relevancia en la industria del marketing para el análisis del comportamiento del cliente, así como en el sector financiero para autenticación en transacciones bancarias y sistemas de pago.
Esencialmente, la utilidad de los datos biométricos radica en su capacidad para proporcionar un nivel de certeza extremadamente alto en la identificación de individuos, lo que es crítico en muchas aplicaciones modernas.
Tipos y ejemplos de datos biométricos más comunes
Podemos categorizar estos datos en varios tipos, que en su mayoría caen dentro de una de las siguientes categorías: físicos, conductuales y basados en la salud.
Aunque cuando hablamos de datos biométricos por lo general nos referimos a sistemas de identificación de una persona en sistemas de seguridad, lo cierto es que los datos basados en la salud también son biométricos siempre que puedan ser usados para identificar a una persona.
Datos biométricos físicos
- Huellas dactilares: Probablemente una de las formas más antiguas y comunes de identificación biométrica, las huellas dactilares aprovechan los patrones únicos de surcos y crestas en la yema de los dedos.
- Reconocimiento facial: Esta tecnología utiliza las características faciales, como la distancia entre los ojos o la forma de la mandíbula, para identificar a un individuo. Se ha vuelto cada vez más popular en aplicaciones de seguridad y dispositivos móviles.
- Retina y escaneo del iris: Estas son técnicas oftálmicas que identifican patrones únicos en la retina o el iris del ojo. Ofrecen un alto grado de precisión y se usan en entornos de alta seguridad.
- Geometría de la mano: Este sistema captura la forma, tamaño y dimensiones de la mano para realizar una identificación. Aunque no es tan preciso como otros métodos, se utiliza en ciertos entornos industriales y de seguridad.
Puede que estos sean los datos biométricos más clásicos que relacionamos con la identificación.
Datos biométricos conductuales
- Dinámica de la firma: No solo la forma de la firma, sino también cómo una persona firma (velocidad, presión, etc.) pueden ser características identificables. Uno de los sistemas de firma electrónica de Signaturit hace uso de estos datos para identificar al firmante.
- Patrones de tecleo: La velocidad y el ritmo que una persona utiliza al teclear en un teclado también pueden usarse para identificarla. Este método se utiliza a menudo como un segundo factor de autenticación.
- Reconocimiento de voz: Este método utiliza las características únicas de la voz de una persona para identificarla. Va más allá del simple reconocimiento del habla y analiza patrones acústicos y tonales que son únicos para cada individuo.
Puede parecer que estos datos biométricos son menos comunes, pero lo cierto es que ya se están utilizando en múltiples tecnologías. Forma parte de las tecnologías utilizadas por Signaturit para la firma electrónica.
Cómo se recopilan y procesan los datos biométricos
La recopilación de datos biométricos involucra generalmente tres pasos esenciales: captura, procesamiento y almacenamiento.
- Captura: En esta etapa, un sensor biométrico específico recoge la característica que se está midiendo. Por ejemplo, un escáner óptico puede capturar una huella dactilar, mientras que una cámara podría ser utilizada para el reconocimiento facial.
- Procesamiento: Una vez capturados, los datos crudos son procesados mediante algoritmos especializados que los convierten en información utilizable. Este proceso puede incluir la eliminación de ruido de los datos, la normalización y la extracción de características relevantes.
- Almacenamiento: Finalmente, los datos procesados se almacenan en una base de datos segura. Dependiendo del nivel de seguridad requerido, estos datos podrían almacenarse de forma local o en un servidor protegido en la nube.
Los datos biométricos y la protección de datos
Dado que los datos biométricos son inalterables y únicos para cada individuo, su compromiso podría tener graves efectos sobre las personas. Por lo tanto, es crucial que estos datos se manejen y almacenen con el máximo nivel de seguridad.
La protección de la seguridad de los datos biométricos es una cuestión de alta importancia y se aborda mediante una combinación de diversas medidas técnicas. El cifrado robusto es fundamental para asegurar que los datos estén inaccesibles para actores malintencionados, mientras que la tokenización ofrece una capa adicional de seguridad al transformar los datos biométricos en tokens seguros para la autenticación.
Además, la implementación de una seguridad en capas, que incluye el uso de firewalls, sistemas de detección de intrusos y monitoreo constante, añade una salvaguarda más a estos datos altamente sensibles. El control estricto y monitorización del acceso a estas bases de datos asegura que sólo personal autorizado pueda interactuar con la información biométrica, minimizando así el riesgo de exposición o compromiso.
El RGPD y los datos biométricos
El RGPD categoriza los datos biométricos como un tipo especial de datos personales que requiere un tratamiento cuidadoso y medidas de seguridad adicionales como las siguientes
Consentimiento explícito: Antes de recopilar datos biométricos, se debe obtener el consentimiento explícito del individuo.
Finalidad limitada: Los datos biométricos solo deben ser recolectados para fines específicos, explícitos y legítimos.
Minimización de datos: Solo se deben recopilar los datos biométricos estrictamente necesarios para cumplir con el propósito para el cual se están recogiendo.
Derechos del sujeto de los datos: Los individuos tienen el derecho de acceder, corregir y borrar sus datos biométricos, así como de retirar su consentimiento para su uso.
Evaluación de impacto de protección de datos (EIPD): Antes de implementar una nueva tecnología biométrica, las organizaciones deben realizar una EIPD para evaluar los riesgos para los derechos y libertades de las personas.
Notificación de problemas de seguridad con los datos: En caso de problemas de seguridad que afecten a datos biométricos, las organizaciones están obligadas a notificar a las autoridades competentes y a los individuos afectados en un plazo de 72 horas.
La gestión de datos biométricos y los servicios de confianza
Los datos biométricos representan una de las formas más seguras y eficaces de identificación y autenticación en el mundo digital actual. Es lógico que los proveedores de servicios de confianza como Signaturit hagan uso de los datos biométricos para funciones como la verificación de la identidad de los firmantes.
Pero al tratarse de algo tan relevante, también es fundamental proteger los datos biométricos de los usuarios. Por ello, recurrir a un proveedor de servicios de confianza cualificado por organismos como la Unión Europea es una forma en la que las empresas pueden operar con total tranquilidad y confianza.