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Aunque es un concepto relativamente nuevo, entender el grado de madurez digital en el que se encuentra una empresa ofrece un punto fiable de referencia para examinar sus fortalezas y debilidades digitales, y así poder identificar después las mejoras que pueden maximizar tanto la eficiencia de las operaciones internas como la competitividad de la empresa.

En este post queremos hablar sobre madurez digital y de cómo alcanzarla.

Hoy en día, cada vez es más habitual ver cómo muchas empresas tradicionales son desplazadas de sus posiciones de liderazgo por nuevas empresas digitales que consiguen llegar más fácilmente al cliente digital, proporcionándole los productos y servicios que necesita en el momento en que los necesita.

Esta nueva realidad ha llevado a muchas a reconocer que su rentabilidad y longevidad dependen de cómo consigan adaptarse a esta nueva realidad.

La mayoría son conscientes de que, para ello, deben empezar a poner al cliente en el centro de sus organizaciones y, a partir de ahí, redefinir su visión, su estrategia, cambiar su modelo de negocio e incorporar las nuevas tecnologías que le permitirán ejecutar su proyecto.

Pero cuando hablamos de ejecución, ¿qué tan hábilmente se están valiendo las empresas de la tecnología digital?

Habiendo identificado con éxito que sus servicios tienen que ser cada vez más flexibles, eficientes y rápidos para ganarse la lealtad del cliente moderno, sigue siendo demasiado común la discrepancia que existe en muchas empresas entre la estrategia y la ejecución, entre la planificación y la práctica.

La capacidad de una empresa para adaptarse a estas nuevas realidades nos da una idea respecto a su madurez digital.

¿Cómo se define la madurez digital?

La madurez digital es la combinación de dos dimensiones diferentes pero relacionadas: la intensidad digital y la intensidad de la gestión transformacional.

1. La intensidad digital hace referencia a las iniciativas tecnológicas en las que una compañía invierte para cambiar su gestión operativa y aumentar su eficiencia y su competitividad comercial. Por ejemplo, qué uso hace la empresa de la tecnología para mejorar los procesos de captación de clientes, sus operaciones internas o su modelo de negocio.

En definitiva, la intensidad digital de una empresa es la suma total de las herramientas digitales a su disposición, y cómo las utilice tanto a nivel interno como en su relación con los clientes.

Para impulsar y poner en práctica estas iniciativas tecnológicas, la empresa necesitará contar con el liderazgo adecuado, lo que nos lleva a la segunda dimensión que define el concepto de madurez digital.

2. La intensidad de la gestión transformacional se refiere a la creación de la capacidad de liderazgo necesaria para impulsar la transformación digital en una organización.

No es suficiente con disponer de las herramientas necesarias, si la dirección de la empresa no sabe cómo utilizarlas o ponerlas en práctica, se echará a perder toda la intensidad digital.

En términos prácticos, este liderazgo transformacional implica construir la cultura digital que debe subyacer a todo proceso de transformación digital, y garantizar que todos los recursos digitales se convierten en parte natural del día a día de una empresa.

4 niveles de madurez digital

Los siguientes 4 niveles de madurez digital han sido creados para identificar la intensidad de la inversión de una empresa en una estrategia digital integrada.

Fashionistas

Organizaciones con excelentes recursos digitales a su disposición, pero sin visión o liderazgo para asegurar que las herramientas correctas están siendo utilizadas de manera efectiva en todos los departamentos.

Digeratis

Empresas con una amplia gama de herramientas digitales pertinentes, y que se utilizan en todos los departamentos. Estas empresas con un alto nivel de madurez digital son en promedio un 26% más rentables que los competidores de su industria.

Principiantes

Las empresas con poca iniciativa o  conocimiento digital y sin liderazgo transformacional efectivo.

Conservadoras

Las empresas que valoran la visión estratégica, pero son reacias a tomar medidas y realizar las inversiones necesarias para ejecutarlas.

Fuente: Capgemini


¿Por qué importa la madurez digital?

A raíz de un estudio realizado por el MIT Sloan Management con 184 empresas cotizadas, se llegó a la conclusión de que existe una correlación clara entre las empresas digitalmente maduras y aquellas que tienen un potente rendimiento financiero.

El estudió puso en evidencia que las empresas que son digitalmente más maduras superan económicamente a sus competidores: mayor la generación de ingresos, mayor rentabilidad, y finalmente una valoración superior en el mercado.

“The higher a company’s level of digital maturity, he better its financial performance is likely to be.”

– MIT Sloan Management Review

¿Qué puede hacer tu empresa para alcanzar la madurez digital?

¿En qué punto del camino hacia la madurez digital se encuentra tu empresa? ¿Queda mucho por recorrer o ya está en un estado avanzado? Es posible que después de leer este post te hayas dado cuenta de aún hay un largo camino por recorrer hacia la madurez digital.

Pero, ¡que no cunda el pánico! Aunque no hay una fórmula mágica para avanzar en la digitalización aplicable por igual a todas las empresas, dado que cada negocio y cada industria son diferentes, sí existen unos pasos a partir de los cuales las empresas pueden guiarse para crear su propia estrategia de transformación digital. Son los siguientes:

1.Evalúa el estado actual

Evaluar la madurez digital actual de tu empresa, obtén feedback de todos los equipos y departamentos para descubrir si hay algunas áreas que necesitan cambiar con urgencia.

2. Crear una visión digital integral

En base a la evaluación anterior, reúne al equipo directivo para crear un plan estratégico. Comparte este plan con toda la empresa para asegurarte de que todo el mundo está a bordo, y de que todos van a trabajar hacia el mismo objetivo.

3. Focaliza

A menos que tengas recursos financieros y de tiempo ilimitados, lo mejor es elegir una o dos áreas en las queráis ser los mejores. Al focalizar los esfuerzos en esas áreas, se maximiza el retorno de los recursos invertidos.

4. Involucra y motiva a tu equipo

Con tu equipo alineado con visión y el plan de futuro de la empresa, motívalos a trabajar de forma comprometida, a aceptar los cambios y ser proactivos. Todo el mundo a bordo tiene que estar motivado y activo para que la empresa pueda alcanzar su madurez digital. La implicación de todos los empleados es clave.

5. Monitoriza el avance

Monitoriza los resultados de los esfuerzos: realiza un seguimiento y trata de cuantificar el progreso. Utiliza indicadores clave de rendimiento (KPIs) para medir los efectos de cada cambio.

6. Mantenimiento

Cada nuevo cambio acerca un poco más a tu empresa a su madurez digital. Por lo tanto, hay que trabajar duro para mantener el uso de las nuevas herramientas y la aplicación de los nuevos procesos. Si algo no se está encajando, analizar por qué: ¿es el equipo quien carece de los recursos que necesita?, ¿o es una cuestión de habilidades o conocimientos?  

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